Las autoridades chinas aplican distintos esquemas de certificación en función del producto, por ello, identificar y gestionar el proceso de certificación adecuado puede resultar complejo. Para facilitar el acceso de sus productos al mercado chino es clave contar con un partnerimplantado tanto en China como en el país de producción, y que sea especialista en procesos de certificación chinos.
El marcado CCC es una certificación obligatoria para más de 200 productos y establece los requisitos de seguridad y calidad aplicables, así como los procedimientos de ensayos de producto y las auditorías de producción que se deben seguir.
El marcado CQC es una certificación voluntaria que valida la calidad, seguridad y prestaciones de los productos más allá de los requisitos obligatorios
La solicitud de una marca CCC requiere la presentación de numerosos tipos de documentación al CQC. Algunos de los documentos deben presentarse en chino.
Es importante asegurarse de que los documentos presentados durante este paso hacen referencia a un producto idéntico al que participará en las posteriores etapas del proceso (por ejemplo, en el testeo del producto y en la inspección de la fábrica), ya que una discrepancia de este tipo puede dar lugar al rechazo de una solicitud. -
Una vez la solicitud ha sido aceptada, el producto debe someterse a pruebas de conformidad con los estándares GB pertinentes.
El testeo del producto sólo puede llevarse a cabo en un laboratorio aprobado por el CQC localizado en China y requiere la presentación de una muestra del producto. Esta debe ser una muestra del mismo producto que posteriormente se importará y venderá en China.
Mientras que la presentación de una muestra del producto es inevitable durante este paso, para minimizar los riesgos del robo de la propiedad intelectual, es recomendable presentar la documentación con un nivel de detalle mínimo.
Las Disposiciones obligan a las instituciones y a su personal que participa en actividades CCC a mantener la confidencialidad de los secretos comerciales, tecnologías de producción y secretos técnicos de proceso y otra información obtenida de las actividades de certificación.
A continuación, se llevará a cabo una inspección inicial de la fábrica por parte de dos inspectores chinos, con cargo a la parte demandante, por lo general en el transcurso de dos días. El producto fabricado debe ser el mismo que el que figura en la solicitud de CCC original y que el que fue sometido a pruebas en el paso 2. Todas las fábricas que fabricarán el producto en cuestión para la exportación a China, deben someterse a inspecciones independientes, y deben participar en los controles funcionales diarios y en el mantenimiento de registros.
La inspección de la fábrica es uno de los pasos más costosos y logísticamente complejos del proceso de solicitud de la CCC. La inspección de fábricas en el extranjero puede requerir visas para los inspectores, gastos de viaje y alojamiento, e intérpretes profesionales (así como las correspondientes tasas para cada uno). Por lo tanto a las empresas se las alienta a hacer un balance de cuántas fábricas requerirán la inspección y dónde están localizadas, a la hora de realizar el cálculo de la duración y costes de la solicitud de la CCC.
A continuación, el CQC evaluará la solicitud del producto y emitirá la aprobación o el rechazo. Las solicitudes rechazadas se acompañarán de documentación donde se liste la razón de esa decisión. La nueva solicitud, de ser necesaria, daría inicio al proceso nuevamente, teniendo que volver a abonar todas las tasas.